NO A LA REFORMA LABORAL
- Se mantiene la rebaja de indemnizaciones por despido improcedente, no sólo en cuanto a días por año trabajado (de 45 a 33), sino también con los topes máximos (de 42 mensualidades a 24) y eliminación de los salarios de tramitación en la mayoría de supuestos.
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No se recupera la atribución de la autoridad laboral para realizar un ERE
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Se mantiene la máxima facilidad para justificar un ERE o ejecutar una modificación sustancial de las condiciones laborales (pues consideran las pérdidas futuras como razones objetivas, o la simple reducción de ingresos durante tres cuartas partes)
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Se mantiene la facultad del empresario para aplicar la jornada irregular de forma unilateral , hasta un 10% de las horas anuales del trabajador/a
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Se mantiene la inclusión del salario como aspecto que puede rebajar una modificación sustancial de condiciones de trabajo (instrumento para precarizar plantillas).
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Se mantiene la reducción del período de consultas de las modificaciones de trabajo a 15 días en vez de los 30 anteriores, lo que dificulta mucho la lucha en contra.
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Se mantiene la posibilidad de hacer horas extraordinarias en contratos a tiempo parcial (permitiendo la infracontratación flexible).
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Incluso una medida anunciada a los cuatro vientos, como el retorno de la ultraactividad a los convenios sectoriales, una vez leído el redactado, tendrá un alcance real ínfimo.
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También ha trascendido que se da más peso a los contratos formativos, barra libre a la precariedad de los trabajadores de menos de 30 años que podrán ir concatenando de un trabajo a otro, con cuotas patronales subvencionadas nuevamente con dinero público.
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Los ERTES son una carta blanca a los empresarios para que flexibilicen sus plantillas con fondos públicos. Los despidos se dificultan introduciendo obstáculos, no haciendo regalos a los empresarios.
Por todo ello, consideramos insuficiente este maquillaje llamado «reforma laboral» con la que se les llena la boca a Gobiernos y sindicatos institucionalizados que nos lo venden como una gran victoria para la clase trabajadora.