HOSPITAL DELFOS, VERANEANDO EN LAS BAHAMAS
Durante la era de ley seca en EE.UU., Al Capone usaba la isla caribeña de Bahamas para sus tráficos ilegales. El Herald Tribune del 29 de marzo de 1929 se hizo eco de la visita del célebre criminal en la capital, Nassau. “No se conocen los motivos de su viaje”, rezaba el texto.
Meyer Lansky, el cerebro financiero de la mafia estadounidense, eligió la isla (hoy dominada por una oligarquía de marchantes corruptos) como la mejor jurisdicción secreta para lavar el dinero.
Actualmente, Bahamas oculta una jurisdicción opaca que ha dado cobijo a evasores de impuestos, narcotraficantes, políticos de todos los continentes y grandes empresarios que buscaban escaparse del fisco nacional.
Bahamas está en la ‘lista negra’ de paraísos fiscales de la OCDE por el hecho de
no haberse adecuado a sus estándares, sino de privilegiar los acuerdos
país por país. Cierta relajación en los controles sobre el origen del dinero, mayor
libertad para disponer de los fondos, reducción del impuesto de sociedades, opacidad y confidencialidad, son las principales razones para ser destino de referencia para los ricos españoles.
Y la Delfos no iba a ser menos…
Los últimos datos del modelo 720, con el que Hacienda permite repatriar dinero desde el extranjero, indican que Bahamas ha sido un refugio fiscal que no exige hacer públicos accionistas ni beneficiarios y exige cero impuestos. Estas condiciones ventajosas llevaron hasta el Caribe a los médicos Martí Sirvent, dueños de la Clínica Delfos de Barcelona. En 2012, con la clínica a punto de presentar un plan para concurso de acreedores, abrieron Socapi Ventures Limited en Bahamas, que fue disuelta 12 meses después, una vez cerrado el acuerdo para el concurso.
Mientras nos decían que no había dinero, evadían impuestos; mientras pasábamos un concurso de acreedores que dejó en la calle a 68 compañeras y precarizó el trabajo, se creaba una empresa offshore en Bahamas; mientras nos repetían el mantra «Tenéis que hacer un esfuerzo», ellos se iban con los maletines llenos a Bahamas.
Si poca credibilidad tenían ya, ahora han perdido por completo lo poco que podían mantener.
Nos hará gracia ver cómo justifican los «defensores» de la Dirección esta situación.
Fuente: El Confidencial